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Nueva acciones contra la piratería de música en Internet

2006-11-10
La industria argentina de la música a través de CAPIF (Cámara Argentina de Productores de Fonogramas y Videogramas) anunció el inicio de veintidós nuevas acciones legales contra aquellos usuarios de programas para compartir archivos (P2P) que distribuyen cientos o miles de archivos musicales protegidos por propiedad intelectual, sin ser los titulares de los derechos para hacerlo, conocidos como uploaders.
 
Por primera vez, autores y compositores, a través de SADAIC (Sociedad Argentina de Autores y Compositores), se sumaron a este tipo de iniciativas de lucha contra la piratería de música en la red. "A partir de ahora, SADAIC tendrá un rol activo frente a este flagelo que es la piratería, ya que, si bien hasta el momento han sido los productores quienes llevaron la bandera de esta lucha, este problema afecta los intereses de autores y compositores de la misma manera", manifestó Guillermo Ocampo, director general de SADAIC.
 
"Cada persona que sube sus archivos de música sin contar con los derechos y los comparte, es un distribuidor ilegal. Hoy en día, nadie puede argumentar que desconoce que se trata de un delito. Este intercambio sin autorización, daña a una industria que, además de involucrar una tremenda cadena de valor y de capital intelectual, provee goce, empleo, creatividad e innovación. Que paga impuestos y que, en un futuro, proveerá más puestos de trabajo que muchas industrias manufactureras", sostuvo Roberto Piay, director ejecutivo de CAPIF. "Durante todo el 2005, se estima que en la Argentina se intercambiaron de manera ilegal 412 millones de canciones y los números de conexiones por banda ancha registrados por el Indec hasta junio de 2006 (crecimiento del 78% de los abonos residenciales), sugieren que la música es un motor de ese crecimiento de Internet, pero aún no participa activamente de sus beneficios", agregó.
 
Durante el anuncio de las nuevas acciones, un panel con representantes de diversos sectores afectados por el problema respondió las preguntas de la prensa. La mesa estuvo integrada por: Roberto Piay, director ejecutivo de CAPIF; Guillermo Ocampo, director general de SADAIC; Guillermo Castellani, presidente de CAPIF y presidente de Warner Music Argentina; Laura Tesoriero, directora de la tienda de música digital Zapmusica.com; Pablo Máspero, director de asuntos jurídicos de CAPIF y el artista y productor Charly Alberti, ex integrante de Soda Stereo.
 
"Yo trabajo muchas horas para crear mi música, como para que alguien piense que se la puede descargar gratis. Y me da mucha pena tener que venir a justificar mi trabajo, y me imagino, el de muchos otros músicos también, que nos encanta vivir de lo que hacemos", sostuvo Charly Alberti. Y agregó que "hablar de acciones legales es un garrón, pero es necesario que la gente tome conciencia de que al bajar música que no reconoce el trabajo de los artistas, perjudica no solo a los ya consagrados; sino a las generaciones que vienen". Y aseguró que el futuro musical está embargado y que el producto final, en caso de seguir por este camino donde la gente descarga musica "simplemente por llenar su iPod", será un mundo con menos música o al menos con peor música.
 
Las primeras 20 acciones de este tipo se iniciaron en el país el año pasado, y tienen como objetivos desalentar y penalizar el uso de programas peer to peer o P2P para compartir archivos protegidos por propiedad intelectual, que los usuarios comprendan que distribuir una obra musical sin permiso de los autores, compositores o los productores discográficos constituye un delito y, a su vez, concientizar sobre el daño que genera la piratería de música en Internet.
 
A raíz de las notificaciones realizadas en 2005, los infractores argentinos debieron pagar un promedio de 4.000 pesos en concepto de indemnizaciones, siendo la más alta de 15.000 pesos.
 
El anuncio realizado en el país forma parte de una campaña coordinada en 16 países más, y las 22 acciones iniciadas en Argentina, se suman a las 8000 anunciadas de forma simultánea en todo el mundo, incluyendo las primeras experiencias en Brasil y México.
 
Desde Río de Janeiro, donde se realizó el anuncio mundial de estas acciones, John Kennedy, representante máxima de la industria fonográfica mundial dijo: "Hoy, los consumidores de música tienen alternativas para conseguirla de manera legal, en formas hasta hace algunos años eran inimaginables. En todo el mundo existen más de 380 tiendas de música digital legal con más de 3 millones de canciones disponibles, y sin embargo, muchas personas continúan consumiendo música de manera ilegal, negándose a respetar el trabajo creativo de artistas intérpretes, autores y compositores y productores discográficos."
 
Simultáneamente a este tipo de acciones, la industria de la música ha desarrollado diversas campañas de educación e información para escuelas, empresas y el público en general que apuntan a generar conciencia sobre las consecuencias culturales, legales e informáticas del intercambio ilegal de música on line, y de la piratería en general.
 
Una de las grandes expectativas es que este tipo de acciones, conjuntamente con las campañas educativas y de información ayuden a propiciar el crecimiento de las incipientes tiendas digitales de música digital que actualmente existen en el país como: Zapmusica.com; 10Musica.com, Farolatino.com y ubbimusica.com.
 
En poco tiempo, se lanzarán dos nuevos sitios de música on line: una de Distribuidora Belgrano Norte (DBN) junto con Rock&Pop y Cuatro Cabezas; y otra de DBN junto con Yenny/El Ateneo.
 
Información complementaria
 
• Continuar con las acciones
 
Durante 2005, en el mundo se descargaron ilegalmente desde la red 20.000 millones de temas. En la Argentina, las descargas ilegales llegaron a 412 millones.
 
En la actualidad, los datos sobre el crecimiento de la banda ancha en hogares en el país sugieren, por un lado que este número ha crecido de manera exponencial; pero al mismo tiempo señalan a la música como el motor de ese crecimiento de Internet, pero que aún no participa activamente de sus beneficios. Según el informe “Accesos a Internet” (junio 2006) del INDEC, “los accesos residenciales a Internet crecieron un 8% entre junio de 2005 y junio de 2006. Las cuentas abono se incrementaron en un 32%, donde se observó un crecimiento de 78% en las cuentas de banda ancha”. El mismo informe da cuenta de más de un millón de cuentas residenciales con abono de banda ancha.
 
La decisión de emprender una nueva ola de acciones contra usuarios que piratean música a través de Internet se debe a que, a pesar de que muchas más personas saben que distribuir obras musicales ajenas a través de la red constituye un delito, todavía hay quienes ponen a disposición de terceros grandes cantidades de archivos de música protegidos por las leyes de propiedad intelectual.
 
• Campañas educativas y de información
 
La lucha contra la piratería de música en Internet no se basa solamente en acciones legales, sino que es acompañada por fuertes campañas educativas y de información para generar conciencia sobre el daño que este delito causa no solamente a la industria de la música, sino también a la cultura musical del país. Y al mismo tiempo, intentan alertar sobre las consecuencias tanto legales como de seguridad informática que esta actividad puede traer aparejada.
 
En lo que va del 2006, la industria argentina de la música ha desarrollado una campaña orientada para alumnos en edad escolar y sus padres llamada “Todo empieza con una canción”. Esta consta de un video, declarado de interés educativo por el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación, que muestra, de la mano de grandes artistas de la música nacional, todo el proceso creativo de producir un CD. El video fue distribuido en las escuelas de Capital Federal, y posteriormente llegará al resto del país, con el objetivo de instalar el debate sobre el respeto a la propiedad intelectual y el valor de las ideas en las instituciones educativas.
 
Junto con este material, se distribuye la guía “Jóvenes, Música & Internet” orientada a padres. En ella se abordan temas como el funcionamiento de las redes P2P, el intercambio de archivos y la descarga de música on line, sus aplicaciones y sus riesgos. Al mismo tiempo, propone algunos consejos para que los padres se involucren en el uso que sus hijos hacen de Internet, y así los jóvenes puedan disfrutar de los beneficios de la red de forma segura y legal.
 
Por otro lado, se ha editado y distribuido a casi 1000 empresas la “Guía sobre buenas prácticas en materia de derechos de propiedad intelectual y seguridad informática para empresas y organizaciones”. Esta publicación tiene por objeto informar y concientizar acerca de las consecuencias del intercambio de música ilegal a través de Internet y de la reproducción ilícita de música grabada que puede darse al interior de las empresas.
 
También, se entregó y se anunció la disponibilidad gratuita tanto en formato físico, como digital del “Digital File Check (DFC)”, un programa de control de archivos digitales, que ayuda a las personas a detectar, borrar o deshabilitar tanto los programas que se utilizan para el intercambio ilegal de música, como los archivos que pudieran estar infringiendo los derechos de propiedad intelectual.
 
• Antecedentes
 
Estas acciones forman parte de una tendencia mundial para combatir el intercambio ilegal de música por Internet. En tal sentido, más de 13 mil acciones legales contra uploaders fueron iniciadas hasta el momento, sin tener en cuenta las realizadas en los Estados Unidos.
 
En la Argentina, los primeros 20 casos se anunciaron el año pasado. Los infractores debieron pagar un promedio de 4.000 pesos en concepto de indemnizaciones, y el monto más alto fue de 15.000 pesos. De las 20 acciones iniciadas en 2005, ocho continúan en proceso de resolución.
 
En la mayoría de los casos acordados durante las mediaciones, fueron los hijos de los requeridos en las acciones legales quienes cometieron el delito de intercambiar música de manera ilegal.
 
Uno de los casos fue contra una empresa, donde el número de IP detectado en infracción correspondía a una de las PC de la compañía donde los empleados, aprovechando el acceso a Internet por banda ancha, intercambiaban música a través de servicios P2P ilegales y sus empleadores debieron responder económicamente por esta acción, por ser los titulares del servicio utilizado.
 
• Panorama mundial
 
Paralelamente a las acciones contra usuarios que piratean música por Internet, la industria fonográfica a nivel mundial a entablado demandas contra los distribuidores de programas P2P y las recientes resoluciones establecieron un cambio en el escenario legal. Una serie de decisiones judiciales alrededor del mundo apuntaron que algunas compañías de tecnología pueden ser juzgadas como responsables por distribuir programas que se usan para violar los derechos de propiedad intelectual. En el marco de estas decisiones, se cerraron acuerdos significativos con servicios como Kazaa, BearShare, eDonkey y Kuro.
 
• Opciones de música segura y legal
 
Las cifras de descargas ilegales de la red, dan la pauta de la potencialidad de mercado legal que esta nueva forma de adquirir música podría desarrollar. En todo el mundo, existen hoy más de 380 sitios para comprar música de forma segura y legal con catálogos que ofrecen más de 3 millones de tracks.
 
En la Argentina, entre fines del 2005 y lo que va del 2006, se lanzaron localmente los siguientes sitios de venta de música digital legal:
www.10musica.com www.ubbimusica.com www.farolatino.com y www.zapmusica.com. Antes de que finalice este año, Distribuidora Belgrano Norte (DBN) tiene previsto el inicio de dos tiendas digitales, una junto a Rock&Pop y Cuatro Cabezas, y otra junto a Jenny/El Ateneo.
 
Los sitios legales de venta de música on line aseguran la calidad de las canciones, la seguridad de que están libres de programas espía o virus y de que tanto artistas intérpretes, compositores y autores y productores discográficos están siendo reconocidos por su trabajo.
 
Si bien en el país aún prevalece el uso de P2P entre los usuarios de Internet que consumen música, las cifras de ventas de música digital registradas durante 2005 y el primer semestre de 2006 en el mundo son alentadoras para el incipiente mercado legal local. Sobre todo considerando que se estima que el año próximo habrá en el país 1 millón de teléfonos celulares con tecnología 3G. Pero para que este mercado se desarrolle es necesario propiciar un escenario para su crecimiento.
 
• Datos del mercado digital mundial
 
En el primer semestre de 2006, las ventas digitales crecieron un 106% con respecto al mismo período de 2005, representando un 11% del mercado musical, que cayó un 4%.
 
El número total de singles bajados de Internet o para telefonía celular durante todo 2005, ascendió a 470 millones de unidades, cuando en 2004 fue de 160 millones.
 
Las ventas digitales a nivel global se dividen aproximadamente en partes iguales entre el online y la telefonía móvil, sin embargo existen diferencias regionales. En Japón la telefonía móvil domina el mercado digital (90%), mientras que las ventas online son más fuertes en los Estados Unidos (70%).
 
En enero de 2006, Universal Music anunció su plan para hacer disponibles a través de Internet 10 mil canciones de álbumes europeos que se encontraban fuera de catálogo. Se espera que otras compañías discográficas aumenten sustancialmente la cantidad de lanzamientos on line.
 
Desde 2001, Apple ha vendido más de 58 millones de iPods, de los cuales 16.6 millones fueron adquiridos solamente en los primeros meses de 2006.
 
• Más información
 
Qué significa el intercambio no autorizado de archivos de música protegidos por propiedad intelectual.
 
Cuando quienes ponen música a disposición de otras personas a través de programas peer-to-peer, facilitando su distribución, no son los propietarios de los derechos de esa obra, se está infringiendo las leyes de propiedad intelectual. Es decir, publican archivos de música NO autorizados para su distribución digital ni por los autores y compositores, ni por los productores discográficos.
 
Por otro lado, si un creador que tiene todos los derechos sobre sus obras y decide ofrecer su música en forma directa por Internet, eso no implica ningún delito. Está tomando una decisión sobre su propia creación y no sobre la creación ajena.
 
Para que se realice este intercambio, tienen que existir uploaders. Los uploaders son aquellas personas que tienen grandes cantidades de archivos de música en sus computadoras y, sin tener autorización para hacerlo ofrecen esas obras a través de Internet para que otros se las descarguen. Básicamente son “distribuidores” ilegales de música creada por otros. Según el estudio realizado a base de encuestas, el perfil predominante de estas personas corresponde a niveles socioeconómicos medios altos y altos, jóvenes de menos de 25 años.
 
• Testimonios de artistas contra la piratería de música en Internet
 
“Las infinitas posibilidades que nos muestran Internet y las nuevas tecnologías deben ser recibidas con una gran responsabilidad. En ese sentido, debemos evitar el uso de los programas de intercambio de archivos (p2p) para distribuir música sin la autorización de sus creadores, porque cuando a través de un p2p, quienes no son los dueños, comparten y distribuyen canciones están atentando contra el esfuerzo de muchísima gente que trabaja para que la música siga existiendo como parte de nuestra vida”. Pablo Romero, cantante de ARBOL
 
“Creo que los sitios legales para descargar música son una gran oportunidad para el desarrollo del circuito musical, y no pienso solamente en las compañías discográficas o en nosotros los artistas o los autores, creo que también lo es para los amantes de la música que van a poder adquirir productos de mejor calidad y seguros”. Luciano Pereyra
 
“La música en formato digital se ha instalado rápidamente en la vida de todos los que la amamos y disfrutamos. Por eso, es importante comprender que hay maneras legales de obtenerla y que si bajamos canciones de programas p2p estamos alimentando un circuito, donde quienes no son dueños de los derechos de los temas, lucran a través de la publicidad y se apropian de nuestro trabajo. No tienen en cuenta la cantidad de familias que quedan sin trabajo. Diseñadores de arte, creativos, trabajadores de la industria, impresores de los CD, trabajadores gráficos, músicos, arregladores, estudios de grabación y masterización. Ni hablar del efecto que provoca en los derechos para autores e interpretes. Todo esto ocurre cada vez que alguien compra un disco pirata o lo baja impunemente en su PC. Téngalo en cuenta cada vez que se sienta tentado de hacerlo estará a punto de convertirse en cómplice de un delito.” Sandro
 
 
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