En vista del éxito de los primeros viajes espaciales de turismo, en unos 20 años habrá hoteles orbitales y viajes turísticos al espacio a precios asequibles o, por lo menos, más bajos que los actuales, mientras en el planeta Tierra crece la degradación ambiental
El Prototipo
Bigelow Aerospace, la empresa comercial a cargo del módulo Génesis 1, confirmó que la nave se encuentra en órbita y está enviando fotos a la Tierra.
"Todos los sistemas están operando dentro de los parámetros esperados", dijo en un comunicado el fundador de la compañía, el magnate hotelero estadounidense Robert Bigelow.
La nave, con forma de sandia, podría servir como base para un futuro hotel espacial.
Los ingenieros de la empresa la mantendrán en órbita durante cinco años, mientras estudian la durabilidad del diseño.
Una de las principales pruebas consiste en ver si la nave puede mantener una temperatura y presión constantes, que permitan la vida dentro del casco hinchable.
Viejo diseño
La idea de usar naves hinchables no es nueva: en 1960 la agencia espacial estadounidense, NASA, lanzó Echo, un satélite de telecomunicaciones de 30 metros de diámetro.
El enorme globo, fabricado con poliéster aluminizado, se empleó para rebotar señales de radio alrededor de la Tierra.
Más tarde, la NASA experimentó con un hábitat espacial hinchable, conocido como Transhab, que puso a prueba en su Centro Espacial Johnson.
La agencia consideraba que el proyecto podía ser una alternativa a los módulos habitacionales "duros" utilizados en la Estación Espacial Internacional.
También exploró la posibilidad de usar naves de ese tipo en la Luna y Marte.
Las naves hinchable son atractivas porque ocupan menos espacio en los vehículos de lanzamiento que las de componentes sólidos, por lo que cuesta menos ponerlas en órbita.
Recortes presupuestarios decididos por el Congreso de Estados Unidos pusieron fin al programa Transhab en 2001 y, poco después, Bigelow adquirió las patentes y los derechos del diseño.
Desde entonces, la compañía, establecida en 1999, ha estado desarrollando el diseño de la NASA.
La primera nave Génesis mide 4,5 metros de largo y 2,4 metros de diámetro, un tercio del tamaño de una nave a escala completa.
Su construcción se centra en un núcleo rígido y en dos mamparos sólidos.
Las paredes hinchables están fabricadas con diversos materiales, incluidos el Kevlar, que con frecuencia se usa en chalecos antibalas, y un tejido fibroso llamado Vectran.
El diseño de las paredes busca que sean herméticas y fuertes, de manera que puedan resistir el impacto de los desechos espaciales y pequeños meteoritos.
En los módulos a escala completa cada pared tendría 40 centímetros de espesor.
"Es extremadamente durable y resistente a pinchazos o penetración", dijo Robert Bigelow.
Espacio comercial
Este lanzamiento satisfactorio es el primero de muchos planeados por Bigelow Aerospace.
En los próximos 12 meses hay dos misiones más previstas.
Llevarán otros habitantes, incluidos escorpiones y colonias de hormigas, así como objetos personales, por ejemplo fotografías, que la gente podría enviar al espacio, pagándole a la compañía.
En el futuro, la empresa espera construir un hotel espacial a escala completa, llamado Nautilus, que unirá a una serie de módulos, como una ristra de salchichas.
Según Bigelow, los módulos podrían estar listos para su despliegue dentro de cinco años.
Premios
Sin embargo, de acuerdo a algunos expertos espaciales, los planes de Bigelow sólo prosperarán si otras compañías pueden garantizar el transporte para llevar turistas al espacio.
"El éxito a largo plazo de Bigelow dependerá de que se puedan reducir los costos del acceso espacial", dijo David Salt, un especialista en vuelos espaciales privados de Vega, una consultoría aeroespacial.
Por ello, Bigelow está ofreciendo un premio de US$50 millones a cualquiera que pueda demostrar una nave capaz de llevar cinco personas a una altura de 400 kilómetros antes del año 2010.
El "America's Space Prize" ("Premio Espacial de Estados Unidos") es una de las varias recompensas al contado destinadas a estimular la participación de empresas privadas en la comercialización del espacio.
Los pilotos Brian Binnie y Mike Melvill rompieron todos los récord en 2004 cuando condujeron el avión cohete SpaceShipOne a 100 kilómetros de altura, dos veces en una semana.
Por la hazaña, el equipo de diseño del avión, dirigido por Burt Rutan, recibió el premio Ansari-X, de US$10 millones.
Después, el dueño de la aerolínea británica Virgin, Richard Branson, lanzó su servicio comercial Virgin Galactic, que espera utilizar naves espaciales basadas en el concepto de SpaceShipOne.
"Bigelow forma parte de un número creciente de operaciones empresariales del 'NuevoEspacio', que buscan establecer una presencia humana sostenible y variable en el espacio, impulsadas por la fuerza del mundo empresarial y no por programas gubernamentales", dijo Salt.
"Las metas y la dedicación de Bigelow y otros ahora se están tomando muy en serio", añadió.
Fuente http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/science/newsid_5181000/5181180.stm